"Hace más de un año (diciembre de 2017) una organización de Protección Civil me pidió escribir un capítulo para un libro sobre el papel de México en el extranjero y lecciones aprendidas en materia de Gestión Integral de Riesgos de Desastre (GIRD). Lo entregué hace exactamente un año (10 de enero de 2018.) Como el libro parece que nunca se publicará, pues aquí expongo las conclusiones, recomendaciones y perspectivas. Arturo López-Portillo Contreras. Puerto España, Trinidad y Tobago. Enero 10 de 2018".
CONCLUSIONES.
1. El gobierno mexicano es ahora uno de los principales actores en
materia de cooperación referente a gestión integral de riesgos de desastre en
el Caribe, en especial para países miembros de CARICOM.
2. La cooperación técnica se ha ido incrementando desde la impartición
del curso básico de administración de desastres en 1995 (que yo diseñé e
impartí) hasta el día de hoy (2018) con los proyectos Caribe/UNGGIM y PITCA y
la Estrategia de GIRD México-CARICOM.
3. México ha creado una escuela en materia de GIRD misma que ha sido
perfeccionada por los países de CARICOM y sus coordinadores nacionales de
desastres, México, pues, ha enseñado, pero a la vez tiene mucho que aprender
también de sus contrapartes en materia de GIRD y aplicar esos conocimientos en
el país.
4. El problema de la GIRD a nivel internacional y México, en mi
opinión, no es de la cooperación técnica, la cual México la ha llevado de
manera ejemplar, sino de que México se actualice en lo tocante a planes,
metodologías, lineamientos, procesos, iniciativas y paradigmas que actualmente
se utilizan en el extranjero exitosamente y que en México no se han adoptado o
sólo de manera parcial.
RECOMENDACIONES.
1. Enfoque del GIRD. En México la protección civil desgraciadamente se
ha enfocado en las últimas décadas a los llamados programas internos de
protección civil en muchos casos invadiendo legislaciones de salud, del trabajo
y otras. Al enfocarse en dichos programas se han olvidado los planes de
respuesta de emergencia ante fenómenos destructivos y de sus procesos de
planeación. Se han enfocado en inmuebles y se han olvidado comunidades,
municipios, estados y regiones. Es necesario, además, establecer un paradigma
de GIRD que guíe las actividades en todos los niveles y en todos los sectores.
2. Personal Directivo de GIRD. Es necesario que los responsables en
materia de GIRD en México TENGAN EXPERIENCIA TÉCNICA Y ADMINISTRATIVA PREVIA EN
GIRD A NIVEL NACIONAL E INTERNACIONAL. No es posible que, a 32 años del sismo
de 1985, 31 de la creación del Sistema Nacional de Protección Civil y después
de sufrir la devastación por varios huracanes y sismos recientemente en el
país, se continúe contratando a gente sin experiencia en la materia.
3. Legislación. A pesar de contar con una ley de protección civil en
México, esta debe ser revisada y actualizada como todas las leyes y contemplar
actividades de GIRD actualmente implementadas en el nivel internacional, entre
otros aspectos: GIRD, género, cambio climático, protección ambiental, evaluación
de daños y de respuesta, etc. Consultores internacionales deberían ser
contratados para esto no asambleístas, ni diputados, ni senadores que no saben
nada.
4. Escenarios de Desastre. México debe diseñar o actualizar escenarios
de desastres para zonas susceptibles por ser afectadas por diferentes
fenómenos: debe existir un escenario diseñado para cada zona que pueda ser
afectada por huracanes, terremotos, erupciones, volcánicas, inundaciones, etc.
Sólo sabiendo aquello que es posible que pueda suceder es como se pueden
diseñar planes de respuesta de emergencia y alcanzar el desarrollo sustentable
y la resiliencia. De hecho, existen escenarios de desastre por sismo con los
que cuenta CENAPRED, la pregunta es si las autoridades de Protección Civil de
la Ciudad de México los conocen y los han usado para diseñar un plan de
respuesta (que lo más seguro es que no exista).
5. Planes de GIRD. El país, cada estado, cada municipio, cada sector
deben tener un plan de GIRD. Hoy en día se planea a través de Results-based
management (Planeación basada en resultados) que no describiré aquí, y se
llevan a cabo actividades de Monitoreo y Evaluación (M & E) que permiten precisamente
monitorear y evaluar las actividades y sus resultados a través de indicadores a
fin de que los resultados se logren y no solo se reporten actividades o número
de acciones sin identificar su impacto. Los planes deben ser diseñados por
firmas consultoras o por consultores con experiencia y no por funcionarios
gubernamentales. Los planes de GIRD deben ser compatibles con los planes de
desarrollo y con el Marco de Sendai para la Reducción de Riesgos de Desastre
2015-2030. Los planes deben ser del conocimiento público y sus evaluaciones
también.
6. Planes de Emergencia. Para cada zona susceptible de ser afectada por
un fenómeno natural o antropogénico y para cada organización, en ella se deben
establecer procesos de planeación ante desastres que produzcan planes de
respuesta de emergencia para cada fenómeno. Así pues, por ejemplo, el estado de
Guerrero (y sus municipios afectables) debe tener un plan de respuesta ante
sismos, otro ante huracanes, otro ante tsunami, etc. Lo mismo para cada estado
y municipio de la República Mexicana. Lo normal es que estos planes los
desarrolle una firma internacional o un consultor con experiencia y no
funcionarios gubernamentales. Es responsabilidad del gobierno participar en el
proceso y mantener el proceso vivo para actualizar los planes y sus recursos de
manera continua. Todo plan debe ser del conocimiento público.
7. Centros de Operaciones (COE). Cada entidad que pueda ser afectada
debe tener un centro de operaciones para coordinar la alerta, la emergencia, la
evaluación de daños, la evaluación de la respuesta, etc. La capacidad de
coordinación es inversamente proporcional a la distancia al lugar del desastre
por lo que deben existir además de un COE a nivel nacional, también deben
existir a nivel estatal y municipal. Todos coordinados e inter-comunicados.
Cada COE debe tener un manual de operaciones y a él deben acudir solo aquellos
que intervienen en la respuesta según lo indicado en el plan y no todo el
consejo de protección civil que es un órgano consultivo, NO de respuesta o de
coordinación.
8. Evaluación de daños y necesidades en desastres. La evaluación de
daños es fundamental para saber que se dañó y que es lo que se necesita en
materia de ayuda humanitaria a la población, de rehabilitación de servicios y
de reconstrucción. Sin esta evaluación no se puede saber que se necesita. No se
debe adivinar. Los tiempos arcaicos en los que se decía “manden todo lo que sea
y mándenlo ya” pasaron hace muchas décadas. Hoy en día a nivel internacional
todo es un proceso ordenado y no un conjunto de improvisaciones. Hoy en día
existe la metodología de la CEPAL que se usa en varios continentes del mundo.
México no debe ser la excepción. Entiendo que CENAPRED ha realizado
evaluaciones de este tipo, sin embargo, se deben hacer para cada desastre, como
por ejemplo todos los huracanes y sismos que han impactado al país en los
últimos años. ¿En dónde está la evaluación de daños y necesidades del sismo del
19 de septiembre de 2017? Debe ser pública. Se debe crear capacidad no sólo a nivel
nacional sino estatal con equipos de expertos capacitados y calificados que
conduzcan estas evaluaciones después de cada desastre. Después de cada
desastre. Cada desastre.
9. Evaluación de la respuesta ante desastres. Tal como se ha hecho en
algunos desastres a nivel internacional, es necesario que México tome la
política de realizar evaluaciones del nivel de preparación previo y de la
respuesta después de cada desastre. Así pues, deberíamos tener la evaluación de
la respuesta de las autoridades federales, estatales y municipales siempre que
ocurra un desastre. Esto es con el propósito de identificar qué debe ser
mejorado en términos de preparación. Se habla mucho de prevención, pero nunca
de preparación, esta se ha olvidado por completo, pero también existe y es muy
importante. Tanto como la prevención. La Evaluación no debe ser malentendida
como una excusa para culpar a nadie, sino para mejorar la preparación. Si no se
hace pues es muy probable que se cometan los mismos errores en las respuestas
ante desastres una y otra vez ad infinitum.
10. Búsqueda y rescate. Sobre todo, en los casos de sismo, he
mencionado la necesidad de contar con grupos de búsqueda y rescate urbano
calificados y certificados por INSARAG. Asimismo, es necesario planear y
ejecutar ejercicios INSARAG en cada zona susceptible de ser afectada por un
macro-sismo, tal es el caso de la ciudad de México entre muchas otras del país.
Durante el sismo del 19 de septiembre de 2017, quedó muy claro que la
planeación y la capacidad de respuesta de la Ciudad de México dejaron mucho que
desear si no es que fue prácticamente NULA E IMPROVISADA. De nuevo la respuesta
de la población rebasó por mucho a la de las autoridades. Pareciera que las
autoridades nunca se imaginaron que pudiera ocurrir un sismo que impactara a la
Ciudad de México. ¡Qué sorpresa! Todo fue una pequeña repetición de la
respuesta de la población como la del sismo de 1985. De hecho, es de resaltarse
entonces la necesidad de contar con equipos de búsqueda y rescate calificados,
certificados y en número suficiente para dar respuesta a un sismo con un
escenario conocido y dentro de un plan que debería existir. Las actividades de
búsqueda y rescate después de un sismo NO SON RESPONSABILIDAD DE LA POBLACIÓN
SINO DE LAS AUTORIDADES DE PROTECCIÓN CIVIL.
En cuanto al ofrecimiento de apoyo en actividades de búsqueda y rescate
a otros países por parte del gobierno mexicano, es de destacarse que deben ser
coordinadas con el país afectado y deben responder a una solicitud del mismo.
De nuevo, los tiempos en que se manda gente a ayudar sin haber sido solicitada
ayuda ya pasaron hace décadas. No es conveniente enviar personal NO CALIFICAD
que además no conoce el lugar ni las zonas de riesgo ni a las autoridades, ni
que llegue 5-7 días después del sismo. Para eso es el ejercicio INSARAG como
mencioné arriba para que los equipos vecinos de la zona calificados y
certificados que ya conocen las zonas de riesgo, los procedimientos, a las
autoridades y a sus contrapartes, sean los que respondan y NO equipos no
calificados a quienes nadie llamó y que vienen del otro lado del planeta, que
llegan tarde y que andan deambulando como almas en pena en las zonas devastadas
sin conocer a nadie y sin saber qué hacer.
11. Petición y recepción de ayuda humanitaria. De nuevo, los tiempos en
que después de un desastre se pensaba que había que enviar todo tipo de ayuda
de manera inmediata ya pasaron hace décadas, al menos en el nivel
internacional. Existen procedimientos para determinar cuáles son las
necesidades inmediatas (de la población) y estas se hacen del conocimiento de
la comunidad internacional en un documento que se llama Flash Appeal (llamado
Relámpago) en el cual se especifica cuáles son las necesidades en materia de
seguridad alimentaria, agua y saneamiento, salud, refugios temporales,
educación, protección, etc. En este documento se especifican las necesidades y
sus costos estimados, así como maneras en las que se puede ayudar y se
presentan contactos responsables de actividades específicas. (Ver ejemplo de la
isla de Dominica ahora después de la devastación de la isla por el huracán
‘María’). No se pide dinero sin ton ni son, ni mucho menos se le pide a la
población del país que envíe ayuda y done dinero. LA RESPONSABILIDAD DE PROVEER
AYUDA HUMANITARIA NO ES DE LA POBLACIÓN EN GENERAL SINO DE LAS AUTORIDADES DE
PROTECCIÓN CIVIL.
En otras palabras, el país (o el estado) afectado debe evaluar de
manera detallada y profesional cuáles son las necesidades iniciales y
plasmarlas en un documento. Este debe dejar claro qué es lo que se necesita y
qué no. Los países, estados u organizaciones interesados en ayudar entonces lo
hacen con base en lo que se necesita y no en otras cosas que ellos crean que se
necesita. Deben existir planes y procedimientos al respecto, además de asignar
esta responsabilidad a alguna área gubernamental que coordine estas actividades
según un plan diseñado previamente. Los países y organismos donantes pueden
entonces escoger en qué área pueden ayudar con fondos. NO ES RESPONSABILIDAD DE
LA POBLACIÓN DEL PAÍS SER DONANTES DE EFECTIVO PARA LA AYUDA HUMANITARIA. Aquí
me permito resaltar que es necesario que después de cada desastre se presente
un reporte financiero (auditado por una firma internacional) indicando exacta y
claramente a donde fueron a parar los dineros. Hasta el último centavo. Por
aquello de la transparencia…
12. Grupos voluntarios. Si ya se sabe que en caso de sismo la población
se va a tratar de organizar para ayudar a sacar atrapados en los escombros y
para distribuir ayuda humanitaria, pues lo menos que puede hacer el gobierno es
(además de contar con un Plan de Respuesta ante Sismos) involucrar a la
población, organizarla y capacitarla. No se debe permitir que ancianos y niños
estén cargando piedras sin protección en cada edificio colapsado. De igual
manera se debe involucrar a la población y capacitarla en temas como primeros
auxilios, manejo de refugios temporales, apoyo en el acopio y distribución de
ayuda humanitaria, etc. El gobierno debe trabajar con la sociedad y no a sus
espaldas.
13. Consultores y firmas consultoras. Como he mencionado es una
práctica normal y necesaria a nivel mundial el contratar a consultores y firmas
consultoras para el diseño de estudios y proyectos. No hay nada de malo ni
satánico en ello, al contrario, hay que contratar al que más sabe. Planes de
GIRD, de respuesta de emergencia, legislación, políticas, evaluaciones, etc.,
deben de ser hechos por consultores independientes y no por funcionarios
gubernamentales, asambleístas, diputados o senadores que no saben nada.
14. Reconstrucción. El Marco de Sendai para la Reducción de Riesgos de
Desastre 2015-2030 tiene como su Prioridad 4 la de “Aumentar la preparación
para casos de desastre a fin de dar una respuesta eficaz y para ‘reconstruir
mejor’ en los ámbitos de la recuperación, la rehabilitación y la
reconstrucción.” Es decir, además de que se debe tener una mejor preparación
(recomiendo con la ayuda de las evaluaciones de respuesta) se debe ‘reconstruir
mejor’. Esto es, no hay que reconstruir rápido y mal para que en el próximo
impacto de un fenómeno destructivo vuelva a pasar exactamente lo mismo. El
proceso de reconstrucción debe estar basado en una evaluación de daños como la
que mencionamos arriba con la metodología de CEPAL en la que se detallan los
daños de cada sector económico (además de sus costos.) El proceso, pues, debe
implicar un plan de reconstrucción muy claro indicando actividades, tiempos y
fondos necesarios. De la misma manera que con otros planes, se debe dar un
seguimiento; monitoreo y evaluación de las actividades implementadas (por
firmas de consultoría y auditoría externas) y así asegurar transparencia y
efectividad en las acciones implementadas y en la infraestructura reconstruida.
PERSPECTIVAS.
1. México ha manifestado en diversos foros como la Plataforma Global de
Reducción de Riesgos de Desastre celebrada en Cancún, Quintana Roo en mayo de
2017 y en la IV Reunión Cumbre México-CARICOM celebrada en octubre de 2017 en
Belice, que la asistencia técnica en materia de GIRD al Caribe es una prioridad
del país. El Presidente Enrique Peña Nieto fue muy claro. La cooperación
continuará y se irá perfeccionando y ampliando aún más. México seguirá siendo
un líder en materia de asistencia técnica y cooperación con nuestros vecinos del
Gran Caribe. Hay mucho que hacer en esta región, sin embargo, en un futuro
cabría la posibilidad de extender la cooperación al Océano Índico o al
Pacífico, por ejemplo.
2. En lo tocante GIRD en el país, todo depende de que en el próximo
sexenio SE CONTRATE COMO COORDINADOR NACIONAL DE PROTECCION CIVIL DE LA UN
EXPERTO CON EXPERIENCIA TÉCNICA Y ADMINISTRATIVA PROBADA A NIVEL NACIONAL E
INTERNACIONAL Y NO A UN IGNORANTE y de que en los Estados de la República
Mexicana también se contrate a personal con probada experiencia. Si esto se
hace, México podrá estar a la altura de los países mejor preparados del mundo
en unos pocos años. Si no, pues seguiremos teniendo como Coordinador Nacional,
Secretarios, Directores Generales, y Directores de Protección Civil en todos
los niveles a amigos, compadres, primos, cuates y recomendados de algún
político que no saben ni jota de Protección Civil ni de GIRD y seguiremos sin
avanzar, estancados en el mismo pantano de siempre, continuando con el eterno
ciclo sexenal de volver a empezar a aprender y de tener un desastre tras otro.
Uno tras otro. Ad infinitum. Ad nauseam.
NOTA IMPORTANTE: A cuatro años de haber escrito éste artículo y que tuve
el privilegio que me lo obsequiara íntegro, a manera de reflexión, me permito compartirlo en éste Epicentro
Blog, en recuerdo a su prodigiosa capacidad y memoria. Descanse en Paz…
Excelente recordatorio. La aportación de Arturo debe tomarse como, más que una llamada de atención, un grito correctivo para retomar, desde los podios gubernamentales, al camino que llevaba México como un actor importante en la búsqueda de consenso para le GRD.
ResponderEliminarLa cooperación entre países es lo que hará de esta zona de las mas fuertes en desarrollo en el futuro cercano
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