En mi contribución mensual hablaré sobre los tipos de pronóstico meteorológico y porqué es importante entender sus alcances y limitaciones.
El pronóstico meteorológico se basa solamente en las variaciones que tiene la atmósfera desde horas hasta 15 días. Este pronóstico trata de predecir cuál será el comportamiento de la atmósfera, vista como un fluido. Sin embargo, la atmósfera cambia rápidamente; es decir, existen variaciones día a día que son difíciles de predecir. En este sentido, se sabe que después de 3 días la habilidad de los modelos, que son las herramientas usadas para predecir el comportamiento de la atmósfera, disminuye porque existen errores constantemente en la estimación del transporte de las variables atmosféricas debidas al movimiento del viento (en meteorología se le conoce como advección de una variable, que pueden ser la temperatura y humedad).
El pronóstico meteorológico se puede subdividir en varias subcategorias, de acuerdo a su alcance en el tiempo:
1) Pronóstico de mediano plazo: desde 1 semana a 15 días
2) Pronóstico de corto plazo: desde 1 día a 3 días
3) Pronóstico "nowcasting": de minutos hasta apenas unas horas
La importancia de entender esta clasificación radica en que cada pronóstico tiene cierta habilidad para predecir; es decir, un cierto margen de error. Por ejemplo, el pronóstico de corto plazo tiene una muy buena habilidad para predecir lo que pasará hasta dentro de 3 días. Sin embargo, el pronóstico de mediano plazo va perdiendo esa habilidad, porque existen errores en la estimación de la advección, los cuales van creciendo exponencialmente con el paso de los días. Así, existen muchos errores en la predicción después de 1 semana. Comúnmente, en meteorología decimos que creció el "caos" en los pronósticos de ese plazo. Ocupamos esa palabra porque Edward Lorenz acuñó ese término al tratar de modelar la atmósfera durante periodos de tiempo largos.
El pronóstico más difícil es el "nowcasting", porque se trata de pronosticar el movimiento de la atmósfera de apenas unas horas. Para ello, se requiere el uso de radares y estaciones que reporten en tiempo real las variables atmosféricas. Siempre este pronóstico se utiliza para predecir condiciones muy locales en una ciudad. Por el contrario, los demás pronósticos se basan en predecir el movimiento de la atmósfera a una escala mucho más grande, por ejemplo: lo que está pasando en Canadá, Estados Unidos y México al mismo tiempo.
El nowcasting tiene su importancia en la aeronáutica y en la predicción del "flash flooding"; es decir, en las zonas que podrían inundarse si se formara una tormenta convectiva intensa dentro de unas horas. Sin embargo, realizar este pronóstico representa un reto enorme porque se tendría que tener una súper computadora, recibir datos procesados de los radares y las estaciones automáticas con poco tiempo desfasado; es decir, que los datos que se reciban tenga apenas 10-15 que se midieron.
Este pronóstico es deseable para poder pronosticar eventos como los de ayer (martes, 5 de marzo) en la Ciudad de México, en el que se formó una tormenta convectiva muy intensa, que produjo intensos vientos, precipitación y mucha actividad eléctrica.
Imágenes de satélite de la tormenta convectiva que se formó en la CDMX el día martes 5 de marzo
El problema de que se formen estos eventos es que afectan a los habitantes de la CDMX, dejándolos sin luz por los vientos intensos o incluso produciendo inundaciones en algunas zonas de la ciudad. Sin embargo, aunque es tan importante contar con este tipo de pronósticos locales, las autoridades no han mostrado interés por invertir en el procesamiento de los datos de radar, la asimilación de esos datos y la implementación de modelos de una resolución espacial tan fina, que se pueda ver la interacción de los vientos y las lluvias de esta tormenta con el valle de México en tiempo real. Este pronóstico ayudaría a determinar cuáles zonas de la CDMX tendrán inundaciones, por lo menos con una hora de anticipación, y así realizar alertamientos para las personas que se encuentran transitando por esa zona o incluso, para ajustar los horarios de los despegues de aviones con cierto tiempo de anticipación.
Por el momento, sólo pareciera que usamos las imágenes de satélite y las de radar para ver donde va la tormenta, lo cual es correcto hasta cierto punto debido a la falta de recursos, pero éso no es pronóstico.
Hasta la próxima!
*Dra. en Ciencias de la Tierra.
Twitter: @dosach87
Investigadora asociada del Centro de Ciencias la Atmósfera (CCA), UNAM
Miembro de REDESClim (Red de Desastres asociados a fenómenos hidrometeorológicos y climatológicos)
https://www.researchgate.net/profile/Christian_Dominguez4
https://www.linkedin.com/in/christian-dominguez-sarmiento-707329154
Las opiniones expresadas en este blog son mi responsabilidad y de ninguna manera reflejan la postura del Centro de Ciencias de la Atmósfera o de la UNAM
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