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jueves, 5 de octubre de 2017

¿Podemos evitar el próximo desastre?

Enrique Guevara

En intervenciones anteriores en este blog publiqué reflexiones sobre dos temas que afloran con los sismos recientes


El primero, publicado el 12 de julio, hablé sobre vulnerabilidades institucionales y mucho de lo que ahora se comenta sobre los sismos del 7 y 19 de septiembre cobran vigencia: por ejemplo, la falta de conocimientos sobre lo que debería ser la gestión del riesgo de desastre, la poca inversión en materia de prevención de desastres, falta de capacidades y mala organización dentro de las instituciones, falta de planeación, entre muchas otras. Desde luego, no podían faltar las que a mi juicio son las vulnerabilidades que más perjudican: intereses mezquinos que prevalecen sobre el bien colectivo y la Corrupción.

La segunda reflexión la hice en el blog publicado el día 27 de julio titulado ¿Qué harías si temblara mañana?, el cual iniciaba de la siguiente forma: “… este blog tiene la intención de hacer una reflexión con motivo del próximo aniversario de los sismos de 1985.  Si bien, aún faltan dos meses para que se cumplan 32 años de su ocurrencia, el riesgo sísmico en nuestro país es muy alto y es permanente.  El conocimiento actual sobre el fenómeno no nos permite saber el día y la hora del próximo gran temblor, pero algún día ocurrirá”.


A casi tres semanas del nuevo desastre del 19 de septiembre, me vuelvo a hacer las mismas preguntas y los mismos cuestionamientos.  32 años no fueron suficiente para evitar el desastre o al menos disminuir su impacto y salvar más vidas.  Cada vez que hago esta afirmación, muchos me objetan que no se pueden evitar los desastres, argumentando que la naturaleza es impredecible y hasta en los discursos oficiales se menciona que “ante las fuerzas de la naturaleza, todos somos vulnerables”.

Me parece muy lamentable que todavía no se comprenda que la magnitud del desastre, no depende exclusivamente de la intensidad del fenómeno, si no de factores sociales, políticos, y económicos que nos hacen vulnerables, encontrando las condiciones propicias para que el riesgo se traduzca en desastre ante la presencia de un fenómeno perturbador. No debieron caerse esos edificios mal construidos, no debió haber des-coordinación en la atención de la emergencia, no debieron haber sucedido muchas cosas.

Es cierto, no podemos evitar ni predecir la ocurrencia de sismos, ciclones tropicales y otros fenómenos perturbadores, pero sí podemos hacer mucho para reducir las pérdidas y daños asociados.  Sí podemos salvar más vidas, sí podemos tener un desarrollo sostenible que no genere riesgos o que se adopten medidas que los reduzca.  Si podemos hacer muchas acciones.

En fin, concluyo esta breve reflexión convencido que los recientes sismos en nuestro país demuestran que no han sido exitosos los modelos de gestión de riesgos hasta ahora implementados.  Debemos cambiar y romper paradigmas si queremos evitar el próximo desastre, o reducirlo al mínimo el impacto.

8 comentarios:

  1. Como siempre muy atinada reflexión Maestro, aunque personalmente creo que quien deberia tomarla en cuenta, quienes deciden el rimbo de las políticas públicas en la gestión del riesgo y la protección civil, seguirán pensando que ante la fuerza de los desastres naturales, seguiremos siendo vulnerables y no hay nada que hacer.

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  2. Gracias Mariano. Lamentablemente así es la realidad. Por eso quien esté al frente de Protección Civil debe ser una persona que conozca del tema. Y si se puede, tenemos ejemplos en Chiapas, en Iztapalapa y en Miguel Hidalgo, y algunos otros lugares del país

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  3. Estimado jefe, pero tu y yo sabemos que lo qué más hace daño es la corrupción que sigue imperando en todas las estructuras y que en la actualidad es un claro ejemplo. No es corrupto solamente el que se roba dinero, también es corrupto el que pone un socio a coordinar (o mejor dicho en el puesto de coordinador lo que no necesariamente signifique que coordine). Y más corrupto es aquel que sabiendo que no tiene la menor idea del tema, se asuma como un experto y que ante su caudal de desastres siga pensando que ha venido a revolucionar (360°) la protección civil, cuando el giro es en sentido contrario (180°).

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    1. Efectivamente @Metaemergencia, por eso afirmo que la vulnerabilidad que mas daño nos hace, es la mezquindad y la corrupción

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  4. Básicamente todos en este Blogg expresan el mismo sentir, pero también lamentan la misma adolescencia de la Autoridad. Siempre aprendo al leerte, Maestro y amigo!

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    1. Gracias César, tu blog de No podemos cantar Victoria, también es muy bueno y refleja ese sentimiento. Un abrazo !

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  5. Muy precisas tus reflexiones amigo, yo creo que como Colegio, titulares y asociados, debemos publicar en la prensa nacional un desplegado posicionando nuestros puntos de vista en un amplio listado. No hay que dejar que es discurso de lo que denomino "Simulación civil" se imponga. Debemos exigir cambios positivos, entre ellos el despido inmediato del puente chueco ese que es símbolo de gran corrupción.

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    1. De acuerdo Ray, lo peor que se puede hacer es quedarse callado. Debemos organizarnos para sumar esfuerzos y contribuir a un cambio verdadero.

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