Realmente estaba pensando
escribir sobre el Socavón que se generó en Morelos, preguntándome si fueron
efectivas las acciones de rescate y protección civil. Hoy hablé con unos buenos amigos, paramédicos
de CAPUFE quienes fueron de los primeros respondientes ante este accidente, con
el afán de contar con información totalmente verídica de los actores en este
lamentable evento, situación que nos debe de ayudar a reflexionar qué tan
preparados estamos como Sistema de Protección Civil, para responder ante este
tipo de eventos y si se cuenta con los equipos necesarios y de última
generación para poder atender estas emergencias.
Me queda claro que en toda la
República Mexicana, seguirán presentándose este tipo de accidentes, recuerdo
claramente cuando me desempeñaba como Presidente del Escuadrón de Rescate y
Emergencias México, un caso similar, en donde se deslizó varios metros un Tsuru
y una persona que se encontraba junto al vehículo, desgraciadamente falleció,
pero después de tantos años, considero que es importante, independientemente de
las causas por las que se generan este tipo de accidentes, el incrementar la
capacitación, la profesionalización, el uso de técnicas novedosas y la
inversión en equipos de rescate adecuados para atender no solo este tipo de
accidentes, debemos preguntarnos si realmente como sistema, tenemos preparación
y equipo para atender emergencias con materiales peligrosos, materiales
radioactivos entre otros.
Considero que estamos llegando a
una zona de confort Institucional en los servicios de atención de emergencias y
esto se traduce en una debilidad Institucional que todos los días, cuesta vidas
y genera mayores lesiones a las personas que han sufrido un accidente o una
enfermedad repentina.
Creo que debemos reflexionar
seriamente, cómo están operando nuestros servicios de emergencia en México y
cuánto invertimos en los mismos, analizar los tiempos de respuesta de nuestras
ambulancias y unidades de rescate entre otros y preguntarnos si esos tiempos de
respuesta, son los que nos merecemos los mexicanos.
El día de hoy, fui invitado a dar
una plática sobre protección civil a una generación de Ingenieros Militares,
todos ellos sumamente jóvenes, entusiastas e interesados en el tema de
protección civil, dejándome una excelente impresión debido a que en todas las Escuelas
Militares, se imparte una materia relacionada con la protección civil, tratando
de involucrar a las diferentes disciplinas para la operación adecuada del PLAN
DN-III-E.
Esta interacción con los jóvenes militares
me lleva a una reflexión que considero sumamente importante. ¿Qué pasaría en la República Mexicana si no
existiera el Plan Marina o el Plan DN-III-E?
¿Las unidades Estatales y
Municipales de Protección Civil están debidamente equipadas y preparadas para
hacerle frente a un Desastre de gran magnitud?
¿Estamos realmente ocupados en fortalecer nuestro sistema de protección
civil?
Me preocupa y ocupa la dependencia
que durante años, hemos tenido para el manejo de Desastres por parte de las
Fuerzas Armadas de este País, mismas con las que he tenido la fortuna de
trabajar en varios desastres y son altamente efectivos, profesionales y a los
cuales respeto mucho, pero considero que debemos valorar muy bien si esta
dependencia, está obligando a todos los niveles de Gobierno a entrar en otra
zona de confort para no fortalecer el Sistema Nacional de Protección Civil y la
Inversión necesaria para lograr Unidades Estatales y Municipales que puedan
hacer frente a Desastres de cierta magnitud.
Creo que es un buen momento para pensar
y subir a las diferentes agendas políticas y foros, la necesidad urgente de
invertir en el fortalecimiento de nuestro sistema de protección civil, puesto
que no necesitamos mucho para realizar un análisis que nos permita visualizar
que tenemos muchas áreas de oportunidad en las unidades Estatales y Municipales
y que no existe la voluntad política o el conocimiento adecuado para invertir
en esta materia.
Los desastres son un tema de
Seguridad Nacional, pero también son un factor determinante de la
Gobernabilidad y los invito a la reflexión de qué tanto han crecido nuestros sistemas
en todos los niveles de Gobierno, que tienen que ver con Protección Civil y
Gestión Integral del Riesgo.
Paradójicamente, platicando con
un Militar, me preguntaba que si fuera mi decisión, cuáles serían las acciones
que haría para retirar a los efectivos militares de las labores de Seguridad Pública y mi
respuesta, sin mucho pensar, fue colocar un plazo y ultimátum a los
Gobernadores de los Estados para poner en orden a sus Policías Estatales y
Municipales, invertir en la capacitación, en las certificación de los Policías
en los centros de control de Confianza, para realmente poder retirar a las
fuerzas armadas de las labores de seguridad pública, pero mientras los
Gobernadores sigan contando con el apoyo Federal para estas labores,
definitivamente serán muy pocos a los que les interese invertir en fortalecer
los sistemas de seguridad pública. Creo
que es parte de lo que está sucediendo con la protección civil en nuestro País,
mientras sigamos bajo el amparo de las fuerzas armadas en las tareas de
atención de Desastres, vamos a seguir sin invertir y profesionalizar nuestro
sistema de protección civil.
Es un enorme placer colaborar en
este blog y nos escribimos en 15 días
Humberto González Arroyo
Interesante la reflexión Humberto, si bien es cierto que las fuerzas armadas han tenido una destacada participación en la atención de desastres y ayuda humanitaria a la población en emergencias desde hace 50 años, coincido en que ha originado una confianza y que en términos generales no se han desarrollado a cabalidad las capacidades que requiere la protección civil y desde luego, no se invierte lo necesario.
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